Tipos de Remates

La línea de 3 - la línea de 4 - Enumeración - Repetición - Negación - Comparación - Cuestionamiento e Hipótesis - Exageración - Cambio de sentido - Acting Juego de Palabras - Literalidad - Mix - Ironía - Callback - Running gag - Sobreremate - Oneliner

Tipos de Remates

Hay varios tipos y estructuras de remates. Todos buscan hacer reír a través de la sorpresa y la mayoría tiene una cuota de exageración. ¡La sorpresa es fundamental para generar la risa! La gente se ríe porque el comediante dice algo que no veía venir. Hay que variar entre los diferentes tipos de remates en un monólogo, de lo contrario el público comienza a darse cuenta cuándo va a venir la parte graciosa y, aunque no sepa el contenido, esto quita la sorpresa y el público deja de reírse.

LA EXAGERACIÓN
Para generar risas, hay que exagerar. Cuando te aferrás demasiado a lo real, a lo que en verdad pasó, los chistes pueden quedar poco eficaces por la falta de sorpresa. En general, la premisa y el pie son verídicos y exageramos en el remate.

EL LÍMITE DE LA EXAGERACIÓN

La dificultad está en saber hasta dónde podemos estirar la exageración. La distancia entre la premisa y el remate tiene que ser justa. Porque si esa distancia es demasiado corta, el público ve venir el remate. Y si es demasiado larga, se vuelve ridículo. Igual cuando exageramos un remate, muchas veces el público sabe que lo estamos haciendo y lo acepta. Hay un límite muy fino entre algo gracioso y algo demasiado exagerado. Hay que ir buscándolo con el público. Desde lo teórico, no es fácil de entender. Es algo que se va aprendiendo a medida que probás material.

La línea de 3

La línea de 3 es la estructura más simple para generar sorpresa. Son tres elementos en una lista: las primeras dos ideas son similares (pueden no ser graciosas) y la tercera rompe la lógica de las anteriores y genera risas. Siempre se usan tres elementos porque es la cantidad más fácil para recordar (para el público).
El primer elemento en general instala algo creíble, el segundo lo refuerza y cuando llega el tercer elemento, es aceptado como verdadero. Está presente en el clásico chiste de bar: “Había una vez un alemán, un argentino y un gallego que entraron a un bar”.
Por algo, este tipo de chistes siempre es sobre tres nacionalidades. Tres funciona.

Veamos un ejemplo: “Perder peso es simple.
Solo tenés que comer menos, ejercitar más, y pagarle a la NASA para vivir en su habitación sin gravedad”. Las dos primeras ideas son formas obvias y conocidas para perder peso (comer menos, ejercitar más). Es importante que esas ideas estén instaladas en la gente. Así ella sigue el razonamiento y espera un tercer elemento que sigue la misma lógica. Como la tercera (pagarle a la NASA para vivir en su habitación sin gravedad) es absurda, sorprende. Además, confirma la premisa y lo que todos pensamos: no es fácil perder peso y se necesitan medidas extremas. Claramente la premisa acá (perder peso es simple) es irónica.

La línea de 3 funciona en humor, prosa y oratoria en general (en cuentos casi siempre se describe a los personajes con tres características).

Más ejemplos:
~ “No hay final feliz con la cocaína. O te morís, o vas en cana, o se te acaba”, Sam Kinison.
~ “Ir a terapia no tiene sentido. El psicólogo me pregunta cómo estuvo mi semana y yo contesto siempre: ‘Mi mamá
sigue loca, todavía no corté el Edipo con papá, Luis Miguel no me contesta los llamados’”, Natalia Carulias.
~ “Cuando uno se muere, ve una luz al final de un túnel. Cuando mi padre se muera, verá la luz, caminará hasta ella y la apagará para ahorrar electricidad”, Harland Williams.

LA FUERZA DE LA LÍNEA DE 3
Recomiendo este tipo de remate para comenzar a escribir cualquier chiste porque ayuda a armarlo y a encontrar la sorpresa: en los primeros dos elementos se dice lo lógico (lo que piensa la gente) y después aparece la sorpresa. Muchas veces podemos sacar los primeros dos elementos y combinarlos con otro tipo de remate.

La línea de 4

Una línea de 4 funciona igual que la de 3, pero tiene un elemento más. Para que el público no se pierda, conviene que sea concisa.
Por ejemplo: “El producto más típico de la ciudad de
Brujas, en Bélgica, es el encaje. Es un tejido muy fino, hecho a mano, por mujeres, en Taiwán”, Kristof Micholt.

Enumeración

Es una variante más larga de la línea de 3 que busca la saturación. La idea es mencionar entre siete y diez elementos perfectamente aprendidos de memoria. La clave está en la musicalidad y el timing. Hay que decirlo con velocidad para lograr un efecto de mareo en el público. No puede haber pausa entre los elementos (a menos que la gente se ría). Puede haber un elemento final que sorprenda (como en la línea de 3). En este caso, es importante dejar una pequeña pausa antes del último.

Por ejemplo: “Algo está jodido, algo está muy mal en el mundo: ¡Guerra, enfermedad, muerte, destrucción, hambre, suciedad, pobreza, tortura, crimen, corrupción, y… los espectáculos
de danza sobre hielo”, George Carlin.
Otro ejemplo: “¡Después del parto no cagás más! Yo probé de todo: cereales, ciruelas, Dulcolax perlas, supositorios de glicerina, Agarol sabor vainilla… repollitos de Bruselas”, Marina Tanzer.

También puede funcionar sin elemento sorpresivo, al final la
gente se ríe de la enumeración en sí. La comediante Verónica Lorca (Argentina) tiene un chiste donde menciona ochenta sinónimos de la palabra pene y la gente se ríe porque le sorprende la cantidad de denominaciones que ella conoce.

Si hay elementos que son graciosos en sí, es importante ponerlos en orden ascendente de risas para que el chiste vaya hacia un clímax. En este caso, también se deja una pequeña pausa antes del último más fuerte. Germán Ven tiene un chiste sobre los apodos por ser pelado: “Desde que soy pelado, perdí mi nombre. Ahora me dicen pela, pelado, cabeza de kiwi, melón, bocha de helado, cabeza de rodilla, bebé de Yoly Bell… culo sin raya”

Repetición

Se repite la misma palabra o frase, que no necesariamente es graciosa en sí misma, tantas veces hasta que genere risas. La sorpresa está en seguir diciendo lo mismo hasta llegar al punto en el que el público piense que el comediante no lo va a decir más, pero lo hace igual. Es algo que no se puede expresar en papel, pero recomiendo mirar dos de las rutinas más conocidas de Martín Pugliese: ¡Mirá, lo que sale un café! y la de Mirtha Legrand y su pueblo natal, ¿Villa Cañas? Ja, me pongo de pie…

La negación

En la negación el comediante declara algo y termina demostrando lo contrario. Lo gracioso está en que no asume lo que (le) pasa.

Ejemplos:
~ “Yo soy de Bélgica, pero no soy el típico norte-europeo:
frío, organizado y estructurado. ¿Está claro? Bueno, ahora
voy a comenzar con el chiste número 1”, Kristof Micholt.
~ “Yo no soy gorda, solo retengo líquidos. Fernet, Ron,
Campari…”, Laura Arce.

Comparación

El remate busca comparar dos elementos (situaciones, personas) que aparentemente no tienen nada que ver, encontrando similitudes entre ambos. El resultado es una metáfora que genera un efecto cómico.

Por ejemplo, se puede decir que dejar de fumar es difícil y se puede comparar con otras cosas que también son difíciles. “Dejar de fumar es más difícil que…
~ leer sin anteojos.
~ hacer que un adolescente cuente su día.
~ hacer que te obedezca tu gato”.

A veces la comparación en sí misma ya genera risa. Por ejemplo: “¿Querés saber cómo es tener cuatro hijos? Imaginate que te estás ahogando y alguien te alcanza un bebé”, Jim Gaffigan.

En otros casos, hay que explicarlo o ejemplificarlo: “Las mujeres son como la policía, pueden tener toda la evidencia del mundo, pero igual quieren la confesión”, Chris Rock.

También se puede agregar algo para generar una imagen más fuerte todavía: “En Brujas (ciudad medieval en Bélgica) todo es viejo. Para mí es como Disneylandia para jubilados. Solo falta Mickey Mouse en silla de ruedas”, Kristof Micholt. En el último chiste, la comparación es entre Brujas y Disneylandia. Se agrega lo de Mickey Mouse para hacerlo más potente.

Luis Rubio hace un personaje muy famoso, un jugador de fútbol fracasado: Eber Ludueña. Hace muchos chistes a partir de las puteadas que le hacen en la cancha.
Ejemplos: “Eber sos tan malo…

~ … tenés menos cierre que un jogging”.
~ … cerrás menos que Farmacity”.
~ … regalás más pelotas que Olé”.
~ … tenés menos recorrido que el trencito de Puerto Madero”.
También tiene muchos chistes sobre equipos de fútbol:
~ “A Gimnasia le dicen Bariloche: solo sirve para divertir a Estudiantes”.
~ “A Arsenal le dicen fiebre: si son 40, son muchos”.

RUTINA BASADA EN LA COMPARACIÓN
No solo hay chistes basados en la comparación, hay rutinas enteras basadas en ella. En estas, se comparan diferentes elementos que tienen que ver con el mismo tema. Clásicas son las diferencias entre hombres y mujeres, perros y gatos, la vida a los veinte y a los cuarenta, los padres de antes y los de ahora, la vida en capital y en el interior del país, nacionalidades, idiomas, costumbres. Una de las mejores rutinas jamás hecha es la de Chris Rock donde compara diferentes tipos de afro-americanos en Estados Unidos: negros y niggas.

Ícono del Stand Up: Chris Rock

Chris Rock se lanzó a la fama con una descarga de ocho minutos sobre un tema muy controversial en Estados Unidos. Más o menos a la mitad de su show, Bring the Pain, Chris Rock aborda un tema tan fundamental en la sociedad norteamericana que hasta Barack Obama lo mencionó en su campaña presidencial en 2008. Sigue siendo una de las rutinas más famosas y provocadoras hechas en Stand Up. “¿Quién es más racista, los negros o los blancos?”. Su respuesta es una obra maestra por su claridad y sorpresa, aunque muy controvertida: “Los negros. ¿Saben por qué? Porque nosotros odiamos a los negros también”. Después de tanto tiempo unidos por el sufrimiento, Rock argumenta que los negros se tienen que desunir para diferenciarse de la minoría criminal que entre ellos habita. Si no, todo el mundo será tratado de forma injusta. “Hay dos lados: los negros y los niggas. Y los niggas se tienen que ir”.

El video
fue grabado en frente de un público negro en Washington DC, la ciudad donde Martin Luther King alguna vez soñó con que sus hijos ya no serían juzgados por el color de su piel sino por su personalidad.

Tomado a la ligera y fuera de contexto (como hacen algunos), la descarga de Rock sobre los ignorantes y violentos
niggas parece apoyar una pésima forma de estereotipar, sobre todo por usar la palabra más prohibida en Estados Unidos. Pero
criticando esos comportamientos, se convirtió en un héroe por hacer algo inspirador desde la simple decencia.

El abuelo de Chris Rock fue predicador en el estado de
Carolina del Sur, y se nota su influencia en él en la forma de caminar sobre el escenario, disparando sus palabras. Tiene el talento de esculpir ideas complejas en frases comunes, simples y graciosas. De esa forma, logra transmitir un mensaje, algo que no es muy común ni fácil en el Stand Up. Muchos dicen las mismas cosas que él, pero gracias al humor, su mensaje tiene más impacto. Convierte temas muy delicados en algo discutible.

CUESTIONAMIENTO E HIPÓTESIS

El cuestionamiento y la hipótesis son complementarios.

CUESTIONAMIENTO

El comediante cuestiona algo cotidiano que no tiene sentido.
Hace reír solo con hacer la pregunta.
Ejemplos:

~ “Los bomberos usan un caño para bajar. Si es tan importante bajar rápido, ¿por qué están arriba?”, Theo Maassen.
~ “El apéndice, ¿por qué Dios lo pondría dentro de nosotros cuando no hace absolutamente nada, excepto, de vez en
cuando, matarte sin el menor motivo?”, Dara Ó Briain.
~ “¿Por qué no hacen todo el avión del material de la caja negra?”, Steven Wright.
~ “¿Por qué cuando estoy en un auto y voy junto a un edificio espejado, miro en el reflejo para ver si estoy en el auto?”,
Jerry Seinfeld.

HIPÓTESIS
Cuando el comediante agrega su propia explicación a un cuestionamiento (que puede ser gracioso en sí, o no), hablamos de hipótesis.
Ejemplo: “¿Por qué cuando alguien se muere en
una película, siempre va al cielo en escalera mecánica? ¿Será que
el cielo queda en el patio de comidas del shopping?”, Kristof Micholt.

Otra forma de hipótesis es cuando un comediante desarrolla toda una teoría a partir de su visión del mundo. Así, puede decir por ejemplo lo que significa para él/ella cómo es estar enamorado/a, qué es el amor, la amistad, la justicia, el respeto, la puntualidad.

También se puede tomar un evento histórico y dar su propia
versión del acontecimiento. Eddie Izzard, por ejemplo, cuenta su versión de la creación de la iglesia anglicana.

Otros comediantes dan su versión sobre la vida de Jesús, el invento de la rueda o del agua embotellada. Brian Regan, por ejemplo, cuestiona el nombre walkie talkie y después da su versión de cómo fue que le dieron este nombre.

Exageración

Se busca la exageración hasta el absurdo. Muchas veces se puede identificar la exageración por las palabras “… es tan… que…”:
~ Es tan gordo/flaco que…
~ Es tan tacaño que…
~ Es tan chico/grande que…
~ Es tan barato/caro que…

Ejemplos:

~ “Yo robo mucho de los hoteles. He robado tanto de los hoteles que a mi casa le han puesto 2 estrellas”, Luis Álvaro
~ “Mick Jagger tiene labios tan grandes que hasta los negros dicen: “Tiene labios muy grandes”, Eddie Murphy.
~ “Mi cuerpo se está viniendo abajo tan rápido que mi ginecólogo usa casco”, Joan Rivers.
~ “Está tan viejo que cuando pide un huevo cocido por 3 minutos le piden el dinero por adelantado”, Milton Berle.
~ “Bélgica es un país muy chico. Es 90 veces más chico que Argentina. Si en Bélgica te pasás una parada de colectivo,
ya estás en otro país”, Kristof Micholt.
Como vemos en este último ejemplo, no siempre hace falta decir literalmente “… es tan… que…”.

Cambio de sentido

En el cambio de sentido, llevamos al público en una dirección bien definida con el pie (el argumento), y con el remate los llevamos por otro lado. La clave está en que quede bien definida la dirección del pie para que sea notorio el cambio de sentido en el remate. Para que el chiste sea bien potente, lo ideal es lograr que la gente piense que el comediante va a decir algo bien concreto y después diga algo inesperado. Por ejemplo: “Yo me casé porque quería tener conmigo para siempre lo más preciado que tengo en esta vida: mi DNI argentino”. El público espera que diga “mi mujer”, entonces se sorprende cuando digo mi DNI argentino.

Más ejemplos:

~ “Estaba en la peluquería y el peluquero me preguntó: ‘¿Cómo le gustaría su corte de pelo?’ Le dije: ‘En silencio”, Anónimo.
~ “Tuve gemelos y la etapa más difícil con mis hijos fue los dos primeros años. Imagínense su vida si le ponen de repente dos bebés en casa y los tienen que cuidar. Los primeros dos años en mi casa fue llanto a la mañana, llanto
a la tarde, llanto a la noche. Todo el día llanto. Y cuando lloraban mis hijos, peor”, Walter Gómez.
~ “¿Conocen esa mirada que tienen las mujeres cuando quieren sexo? Yo tampoco”, Steve Martin

CAMBIO DE SENTIDO CON LÍNEA DE 3
Combinar una línea de 3 con un cambio de sentido es muy eficaz e ideal para arrancar un monólogo porque va bien con chistes de presentación y es casi una garantía de risa.
Ejemplo:

“Gracias por venir a ver este show hoy, un sábado tarde a la noche. Yo, un sábado a esta hora, me quedo en casa viendo Netflix y drogándome. No, mentira, no tengo Netflix”, Guillermo Schneider.
La línea de 3 es: “Yo, un sábado a la noche, me quedo en casa viendo Netflix y drogándome”.
El cambio de sentido es: “No,
mentira, no tengo Netflix”. Lo que logra el cambio de sentido
es “No, mentira”, porque hace pensar que va a decir que no se droga en lugar de ver Netflix. En lugar de “No, (es) mentira” muchas veces se usa “No, (es un) chiste”.

Acting

En el acting, el comediante actúa una situación. Deja de hablar directamente al público y muestra la situación en lugar de contarla. En Estados Unidos, usan el término act out. Es más preciso para describir de qué se trata: mostrar el chiste hacia afuera, actuándolo.

El acting es muy eficaz porque da más vida al chiste y rompe con la monotonía del monólogo. Hace que el público se imagine la situación y trae el momento al aquí y ahora.

En general, es una conversación con alguien y el comediante hace el papel de ambos. Puede ser solo una frase o dos, también toda una conversación y a veces solo es un gesto o una mirada. Aunque no siempre es una conversación con alguien. Puede haber solo una persona (por ejemplo, el comediante muestra cómo está pensando en voz alta en la ducha) o puede haber más personas (el comediante hace de varios familiares en la fiesta de Navidad). O una conversación con un animal o un objeto.

Conviene que los actings sean simples y breves. Si no el público se pierde. Hay que tener cuidado de no caer en armar todo un sketch. No funciona en el Stand Up (a menos que tengas dones teatrales geniales como Robin Williams). El peligro con los actings está en querer ir directamente al acting sin explicar cuál es la situación. Hay que introducir el acting con una buena premisa y un argumento claro. No es un sketch, es Stand Up.

Para demostrar que el acting hace el monólogo más dinámico y vivaz, compararemos un chiste con acting y sin acting. Hay que decirlos en voz alta para darse cuenta. El chiste con acting:
“Cuando llegué al aeropuerto, no aparecía mi valija entonces fui al servicio de clientes y el tipo me preguntó: ‘Pero, señor, ¿su avión ya aterrizó?’ ‘No, yo me bajé antes”.
Sin acting quedaría así: “Cuando llegué al aeropuerto, no aparecía mi valija entonces fui al servicio de clientes y el tipo me preguntó si ya había aterrizado mi avión. Entonces le contesté que no, que me había bajado antes”.

No hace falta ser un gran actor para hacer un acting eficaz, 
muchas veces alcanza con una mirada o un movimiento simple del cuerpo. Con respecto a la actuación en sí, siempre es conveniente menos que más (obviamente lo ideal es actuar lo justo). La mayoría hace de más y sobreactúa. Algunos a propósito porque piensan que hacer comedia es exagerar caras, movimientos y sonidos. Eso no es ser gracioso, eso es sobreactuar. Es preferible probar con algo chiquito, de a poco, hasta adquirir la confianza y la medida justa del acting para cada chiste.

IMITACIONES
Un tipo de acting son las imitaciones. Se puede imitar a un famoso, un familiar, un animal, sonidos, objetos. Eddie Murphy se hizo fuerte en el Stand Up, principalmente imitando a cantantes famosos como Elvis Presley y James Brown.

A los comediantes que saben hacer buenas imitaciones, muchas veces les cuesta darle forma al monólogo, cómo ir de una imitación a la otra. En realidad, tienen el mismo trabajo que los demás comediantes: a cada imitación le tienen que encontrar la premisa y el pie que corresponda.

Cuando queremos imitar a una persona común, es más difícil. Como la gente no la conoce, hay que instalar bien el personaje. A menos que sea un personaje conocido de nuestra vida cotidiana. Una comediante que lo hace genial es Margaret Cho (EE.UU.), imitando a su madre (coreana).

PERSONIFICACIONES
Otro acting muy popular y efectivo es personificar a animales u objetos. Se trata de darles atributos humanos como hablar, pensar, soñar. Hay muchos ejemplos de comediantes que hacen actings con lo que puede estar pensando un perro, un gato o hasta un auto.

Ícono del Stand Up: Margaret Cho

El fuerte de Margaret Cho es su honestidad audaz y su estilo bien pulido. Lo mantiene desde los dieciséis años. Su nacionalidad coreana y americana hace que su material sea distinto.
Cho mezcla voces ridículas con chistes y observaciones crudas. Sobre su primera experiencia sexual con una mujer, dijo: “Toda la experiencia estuve pensando: «¿Soy gay?, ¿Soy hetero?». Y me di cuenta, solo soy fácil…” o “Fue realmente
aterrador tener sexo con una mujer, porque no podía fingirlo como de costumbre”. Tiene varias rutinas que quedaron en la memoria colectiva: cuando habla de un trabajo en un crucero para lesbianas a Alaska; las impresiones recurrentes de los mensajes de voz de su madre coreana que son hilarantes; y una de las mejores rutinas jamás hecha es cuando cuenta la
reacción de su madre hacia una revista porno gay llamada Ass Master.
Lo que realmente hace la diferencia es la honestidad de Cho sobre su pasado hablando de cosas embarazosas, como su afán de dar sexo oral cuando tomaba mucho alcohol (“Solo quería que la gente me quiera, era como una atención”, decía).
También, cuenta recuerdos oscuros sin volverse sentimental ni aburrida. Hay que mantener las risas con frases como: “Comencé a tomar buscando la muerte, porque pensé: «Seré exitosa en eso». Y realmente quería matarme, pero tenía demasiado miedo como para hacerlo”. En lugar de enfriar el clima, logró generar más risas con esas revelaciones mostrando cuánto significan para ella.

Ícono del Stand Up: Eddie Murphy

Eddie Murphy fue una verdadera superestrella del Stand Up. Sin miedo, vestido de cuero y con mucha confianza en sí mismo, grabó su show Delirious a principio de los ’80. Tenía veintidós años y aún hoy es el show más famoso de Stand Up.
Nadie fue tan cool con un bigote desde entonces. Mirando el show hoy, hay bastantes chistes homofóbicos y machistas. Él decía que no importaba, que se burlaba de cualquiera, y parece verdad. No hacía crítica social. Él es muy buen imitador y un brillante mimo. A veces, es difícil distinguir entre Murphy y el famoso imitado. Canta como Michael Jackson, Elvis Presley y James Brown. También le gusta hablar sobre su familia. Imita a su padrastro alcohólico y a los niños.

Juego de palabras

En un juego de palabras un comediante se divierte con los diferentes sentidos de una palabra o expresión, o con la construcción de una frase. Funciona, a veces, como un cambio de sentido. El comediante hace pensar al público que está usando la palabra en determinado sentido y resulta que es otro: “Soy de Morón. Morón tiene una característica muy especial: 4696…”, Mariano Potel. Pensamos que va a hablar de una característica del lugar (que es muy chico, agradable), pero habla del prefijo del número de teléfono.

Hay más formas de jugar con las palabras. Está el caso de una expresión: “Acostate en tu estufa a leña, vas a dormir como un tronco”, de Ellen DeGeneres; o “Nunca compro más de dos leches, pienso que la tercera es la vencida”, de Mariano Potel.

También se puede jugar con la sonoridad similar entre palabras. Por ejemplo: “Algunos de sus acólitos son personajes
muy famosos, pero la mayoría son acólitos anónimos”, de Les Luthiers. Se juega con la similitud entre las palabras acólito y alcohólico.
El diario Olé lo hace mucho en sus títulos, especialmente con nombres de jugadores de fútbol. Ejemplos: Messiento bien 
(Lionel Messi) o Kun goles (Sergio Agüero). Olé tiene un humorista que se dedica exclusivamente a eso.

Literalidad

Este remate toma lo que se dice “de forma literal”.
Por ejemplo: “Fui al video club y le dije al hombre que quería alquilar
Batman por siempre. Me dijo: ‘No, tiene que devolverla el domingo”, Tim Vine.

Es muy eficaz para usar con dichos populares, expresiones y frases de uso cotidiano.
Por ejemplo: “En Argentina se usan 
muchas metáforas. Yo pregunto algo muy simple, por ejemplo:
‘¿Cómo llego a tal lugar?’ Y me contestan: ‘Te la debo’. (Y yo contesto): ‘Y te la voy a cobrar”; “En Argentina, primero me alojé en una casa de familia. Tenía veintidós años y la madre me dijo: ‘Kristof, te vamos a tratar como a nuestros hijos’. ‘Yo: Pero tus hijos tienen tres y cuatro años’. Ella: ‘Shut, shut, ahora dormite”, Kristof Micholt.

La literalidad funciona muy bien con palabras como: siempre, nunca, todo. Te llevan a una exageración. Veamos un ejemplo con la palabra todo: “Vi un comercial, tarde por la noche, y 
decía: ‘Olvidate todo lo que sabés sobre cubrecamas’. Y lo hice. Me saqué un peso de encima. Pero después el comercial intentaba venderme cubrecamas y yo no sabía lo que eran”, Mitch Hedberg.

Mix

El mix plantea un paralelismo entre dos mundos o situaciones muy diferentes. Se trata de trasladar una situación, una persona o un objeto a otro contexto.
El remate responde a la pregunta hipotética: “¿Qué pasaría si…?”. Esta pregunta nos lleva al lado derecho del cerebro donde está la creatividad. Es muy poderosa.

Por ejemplo, se puede preguntar ¿qué pasaría si un policía usa el vocabulario del trabajo cuando habla de temas personales? “¿Por qué los policías se complican tanto para hablar?, ¿cómo será un lunes en una comisaría con dos policías contándose lo que hicieron el fin de semana? El sábado, siendo las dos mil trescientas (23hs.), me dirijo a un local bailable ubicado en la intersección de las arterias Costa Rica y Serrano, hoy llamada Jorge Luis Borges. Inmediatamente, en el interior del recinto, diviso la presencia de una femenina caucásica de mediana estatura, pectoral prominente y caderas marcadas. Se produce entre ambos un contacto visual, luego un intercambio de palabras, mediante el cual el masculino que suscribe invita a la femenina a pasar a un local habilitado para amarse por horas…”, Mariano la Venia.

Para que funcione el remate, la persona tiene que conservar la misma actitud en el otro contexto. Retomando el chiste anterior, es importante que el policía siga usando el vocabulario de policía en su vida privada.

Aquí tenemos otro: “Almorcé con Garry Kasparov (campeón de ajedrez) y habían puesto un mantel a cuadros blancos y negros. Le pedí que me pasara la sal y demoró 45 minutos”, Tim Vine.

Los verbos mágicos para el mix son imaginar y soñar, porque en la imaginación y en el sueño todo es posible, no hay límites. Nos permiten llevar al público a cualquier lado.

También, se puede preguntar lo diferente que hubiesen sido ciertas cosas en el pasado, con otras circunstancias. Mariano Potel pregunta: “¿Ustedes se imaginan a Jesús casado?”.

La técnica ideal para construir una rutina basada en el mix es el Mind Mapping. Lo vemos más adelante.


RUTINAS BASADAS EN EL MIX

Igual que con la comparación, se pueden hacer rutinas enteras basadas en el mix. Ellen DeGeneres tiene una rutina muy conocida que contesta a la pregunta: “¿Qué pasaría si pudiera llamar a Dios? ¿Qué le preguntaría?”.

Otra rutina muy famosa basada en el mix es la de Eddie Izzard (Reino Unido) La cantina de la Estrella de la Muerte (de Star Wars), donde se imagina a Darth Vader pidiendo comida en la cantina del trabajo. Contesta a la pregunta: “¿Qué pasaría si Darth Vader tuviese que ir a buscar su almuerzo a la cantina del trabajo como cualquier persona normal?”. La clave de la rutina es que los dos personajes, Darth Vader (el hombre más poderoso del universo que puede matar con un pensamiento) y la empleada de la cantina (que insiste en que Darth Vader tiene que ir a buscar una bandeja para la comida), se mantienen en sus roles.

En Bélgica, hubo un programa de televisión con sketches humorísticos basados en el mix. Se llamaba Wat als…? (¿Qué pasaría si?). Fue muy exitoso y ganó varios premios. Algunos de los títulos:
¿Qué pasaría si…

…Facebook no existiera?
…no existiera el doble sentido?
…pudieras vender cualquier cosa?
…hubiese existido el celular en la época de Jesús?

Ícono del Stand Up: Ellen DeGeneres

Ellen DeGeneres es famosa por dos cosas: su trabajo en televisión (un par de sitcoms y su propio talkshow, todos con su nombre), y su lucha por los derechos de la comunidad LGBT.
Sabe cómo conciliar contradicciones. Combina un ojo cínico con mucha calidez humana. Ella tiene una rutina sobre las instrucciones del dorso de una botella de champú. Genera risas por el sarcasmo que usa para explorar el tema. Después,
lo lleva hacia el ejemplo de esa persona mono, que fue criada por monos y lobos, que necesitaría esas instrucciones sobre cómo usar champú. Muchas veces sus rutinas surgen de la frustración, pero después las lleva a un mundo más amable, más absurdo que su propio mundo, donde los animales son respetados.
Su calidez también hace que el público nunca sienta que está predicando a pesar de ser vegana, lesbiana o usar términos como tu niño interior. Tampoco duda en ventilar su opinión
política. Logra conciliar sus opiniones contradictorias sobre, por ejemplo, ser vegana y lo absurdo de los locales de comida sana. Ella no tiene miedo de mostrar sus fracasos, de seguir sus propios principios.
Uno de sus chistes más conocidos es: “Dicen que solo usamos el 10 por ciento de nuestro cerebro. Imagínense lo que podríamos lograr si usáramos el otro 60 por ciento”

Ícono del Stand Up: Eddie Izzard

Lo que hace especial a Eddie Izzard son sus observaciones de las cosas cotidianas. Es un genio de los detalles. Como muchos comediantes, Izzard dirá algo como: “¿Vieron cuando estás lavando la ropa…?”, y comienzan a aparecer ideas e imágenes increíbles.
Hay comediantes que logran risas por decir cosas grandes que nadie más se anima a decir. Lo de Izzard es lo opuesto. Son las cosas chicas de las cuales nadie más se quiso ocupar.
Star Trek, sacar a pasear al perro, clases de natación, lo cotidiano. Él lo analiza extensa y detalladamente. Es decir, por el contenido, Eddie Izzard es más bien un comediante nerd, pero él logró darle glamur.
Tal vez por mucho tiempo Izzard se encargó de dar otra imagen de sí, por el hecho de que se vestía de mujer, lo que lo hacía peligroso y amenazante, pero en realidad es todo lo opuesto.
Hay algo muy poderoso en el hecho de que él haya logrado sentirse totalmente cómodo en la ropa de una mujer.

Ironía

El remate de ironía funciona mucho como respuesta a preguntas y comentarios tontos. Se toman situaciones como cuando perdés las llaves y te preguntan “¿a dónde las dejaste?”; te cortaste el pelo y te preguntan si te lo cortaste; o entrás a tu casa y te preguntan si ya llegaste.

A estas preguntas, se puede contestar explicando lo estúpida que es la pregunta, pero es más elegante demostrarlo a través de la ironía.

Ejemplos:
-“Estoy en un bar y me encuentro a un amigo en pleno brindis, y me pregunta: ‘¿Qué hacés acá? ’, ‘Nada, vine a limpiar los
ceniceros, pero terminé de hacerlo y ya me voy”, Anónimo.
-“Mi primer trabajo fue en un callcenter. Entonces la gente te pregunta: ‘¿Lo hacés porque no encontrás otra cosa?’, ‘No, trabajar en un callcenter siempre fue mi sueño. Me encanta que me puteen”, Kristof Micholt.

Otra opción para hacer con las preguntas tontas es tratar de lograr que la pregunta sea el remate final que genera la risa. Mario de Candia (locutor de Bendita TV en Canal 9, Argentina), cuenta que es algo famoso pero no tanto. Entonces dice: “Muchas personas me hacen dudar de mi existencia porque me ven y me preguntan: ‘¿Sos vos?”.

Callback

En el callback se refiere a algo que ya se dijo antes en el monólogo. Se puede repetir un remate o simplemente hacer referencia a algo dicho anteriormente. Podemos referir a algo que dijimos nosotros, otro comediante o tal vez alguien del público. Es importante que el comediante ya esté hablando de otra cosa cuando haga el callback. De lo contrario, no sorprende.

Por ejemplo, yo hago el siguiente chiste al principio de mi monólogo: “Estoy un poco nervioso por estar acá delante de ustedes. Mi padre me dijo que es normal: no es tu idioma, no conocés a la gente y no sos
gracioso. Pero no es eso. Yo tengo miedo de tener que ir a cagar.
Yo soy una de estas personas que solo puede ir al baño en su propia casa. Mi casa es en Bélgica… hace 7 meses que no voy…”.
Más tarde, en el monólogo digo: “Después de casarnos, nos fuimos a Bélgica porque yo ya urgentemente tenía que cagar”.

Lo lindo de este tipo de remate es que genera mucha complicidad con el público y a ellos les parece inteligente. Es ideal para hacer al final de un monólogo porque, como se conectan
diferentes partes del monólogo, da un sentimiento de redondeo, de cierre.

En general un callback no se nos ocurre escribiendo, surge actuando en el escenario. Es difícil buscarlo, pero aparece.

Running Gag

El running gag es algo que se repite en diferentes momentos del monólogo y, a fuerza de repetición, comienza a hacer reír. Puede ser una frase o un movimiento. La diferencia con el callback es que cuando se dice el running gag la primera vez, nadie se ríe. Se instala por repetición.

Por ejemplo: yo tuve un profesor que enseñaba lógica en la facultad de derecho y cada dos semanas nos mostraba un truco de magia. Siempre arrancaba diciendo: “De casualidad traje unos naipes…”. Las primeras veces no nos reímos con esa frase, pero ya la tercera, cuarta vez, sí.

En el Stand Up no hay muchos comediantes que lo usen. Una excepción fue Rodney Dangerfield, que se hizo famoso por la frase: I get no respect (nadie me respeta). Lo solía repetir cada tanto, después de un remate.

Sobreremate

Un sobreremate es un remate que sigue directamente después de otro (sin instalar una nueva premisa ni pie). Puede ser cualquier tipo de remate de los que vimos hasta ahora.

Cuando hay varios, podemos tener varias risas seguidas en muy pocos segundos. Preferentemente, cada sobreremate tiene que ser más fuerte que el anterior, así la risa va creciendo hacia un clímax. Por ejemplo: “Nadar es bueno, especialmente si uno se está ahogando. No solo uno hace ejercicio cardiovascular, sino que además uno no se muere”, Jimmy Carr.

La comediante Phyllis Diller está listada en el Guinness por tener más risas por minuto. Hace doce chistes sobre la gordura de su tía. Son doce remates sobre la misma premisa: “Mi tía es tan gorda que…”. Acá van un par: “Es tan gorda que cuando se vestía de blanco, le proyectábamos una película” y “era tan gorda que nació el 8, 9 y 10 de junio”. Este récord mundial es parte de una rutina de casi seis minutos con la misma premisa. El tema no cambia con cada remate y la forma de decirlo es diferente. Ella maneja muy bien las pausas y lleva al público a una ola de risas.

Oneliner

Quiero hablar del oneliner porque se lo menciona mucho como un tipo de remate, pero para mí no lo es. Con oneliner simplemente estamos indicando que el chiste es corto (máximo, una frase). Después, puede ser cualquier tipo de remate mencionado anteriormente, aunque principalmente el juego de palabras, la literalidad o los cambios de sentido son los que más se prestan para un chiste corto.

Ejemplos:
~ “El curso de cómo sobrellevar decepciones fue cancelado,otra vez”, Herman Finkers.
~ “Yo nunca fui el preferido de mis padres, y eso que soy hijo único”, Hugo Fili.
~ “La primera vez que leí el diccionario, pensé que era un poema sobre todo”, Steven Wright.
~ “Escribí una canción pero no puedo leer música, así que no sé cómo es”, Steven Wright.

Ícono del Stand Up: Steven Wright

Si Wright siente las mismas emociones que los demás, tiene una capacidad casi sobrehumana para no mostrarlas. En el escenario y en todas las películas en las que actuó, siempre fue así. Parece casi autista, pero sus oneliners afilados son todo lo opuesto. Sus chistes son como rompecabezas lógicos, llenos de leyes inversas de física e inteligencia sin sentido. Siempre le da un toque filosófico a lo que hace. Por ejemplo: “El otro día me levanté y todo en mi departamento había sido robado y reemplazado por réplicas exactas”. Steven Wright tira sus oneliners con el modo letárgico y monótono de un hombre con resaca terminal. Tiene una voz muy particular. Como habla muy lento, deja que el público piense en sus palabras.

 

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¡Convertite en comediante profesional!

Los clubes de comedia y productores de Stand Up buscan comediantes de garantía. Son comediantes que hacen explotar a cualquier público el noventa porciento de las veces, y que en el otro diez porciento (los shows difíciles) logran por lo menos hacer un show digno. En este libro, vamos a ver diferentes aspectos para formarte como comediante profesional.

ENCONTRÁ TU PERSONA ESCÉNICA Y MANEJÁ A LOS HECKLERS.

Primero, el autor explica en detalle como encontrar tu persona escénica y aprenderás a manejar circunstancias difíciles y distracciones para que no pierdas la atención del público durante el show. A veces hay que tratar con personas que molestan al show (como alguien del público que no para de hablar), o con algún ruido que interfiere. Vamos a ver las diferentes situaciones, especialmente las concernientes a los famosos hecklers.

presentación, improvisación, Eventos y producción.

También investigaremos en profundidad los siguientes aspectos del Stand Up: presentar un show, improvisación con el público, manejar eventos sociales y empresariales, producción de un show de Stand Up y unipersonales. Cada uno requiere habilidades especificas y te harán un comediante mucho más completo.

Opiniones

Siempre recomiendo el curso de Kristof y la Escuela de Stand Up Club a todos que me dicen que quieren empezar a hacer Stand Up. Gracias al curso aprendí cómo usar mis emociones y observaciones para generar material, y que hay varias formas de escribir un chiste.
Opinion Alumno Curso de Humor
Tony Olson
Estados Unidos
El curso de escritura de la Escuela de Stand Up Club es excelente. Te da las herramientas necesarias para arrancar en el Stand Up… aún lo reveo cuando escribo chistes.
Opinion Alumna
Natalia Nis
Argentina
Yo tenía una libreta en blanco y con el curso terminé escribiendo más de 30 chistes, porque aprendí a desarrollar diversos estilos de chistes. Actualmente los estoy usando en varios clubes de comedia en shows de micrófono abierto. Yo lo recomiendo a todo el que quiera iniciarse en el mundo de la comedia, no solo Stand Up.
Ronald Parra Alumno Escuela
Ronald Parra
Venezuela

Como comediante actuó en EEUU, Inglaterra, Francia, Holanda y Bélgica.
Participó en el Festival de Humor de Caracol TV en Colombia,
actuó en Tecnópolis y grabó para Comedy Central en Argentina.
Dirige «Stand Up Club» en la Recoleta,
Club de Comedia que ofrece shows y cursos de Stand Up.